El río curandero: un momento Yorgasmic de purificación.

¿Hace cuánto que no te regalas una escapada a un río? Dejar fluir el agua por dentro y por fuera… ¡Qué gran liberación!

Los ríos son los que llevan el agua de las montañas, las lluvias y los manantiales, son las venas de la tierra que van llevando información y vida, y desembocan en los mares. En su paso, llenan de abundancia cualquier lugar que los rodea. No es de extrañar que muchas de las civilizaciones más grandes de la historia se hayan desarrollado a un lado de un gran río o contiguas al mar. Egipto, con el río Nilo; India, con el Río Ganga, también llamado Ganges.

Estos ríos fueron considerados sagrados por su gente, no solo por la vida que trae el agua a toda la región, sino porque tienen también la capacidad de ayudarnos a soltar, a limpiar. Adentrándonos a sus aguas, limpiamos el cuerpo, y también limpiamos las emociones, que se van diluyendo en su fluir.

La siguiente vez que tengas oportunidad, aprovecha y ve a un río. Encuentra un lugar seguro y recuéstate dentro de él, dejando que el agua fluya a tu alrededor y con ella el agua que está dentro de ti. Cierra los ojos, y permítete adentrarte al mundo acuático de tu interior. 10 minutos serán suficientes para que sientas una renovación profunda!

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