Despertando tu esencia de fuego.

¿Has notado lentitud en tu sistema digestivo? ¿Te has sentido con falta de energía o fuerza en tu zona abdominal? Dentro de las muchas prácticas del hatha yoga y de los conocimientos del pranayama, el agnisara es uno de los más importantes y valiosos que puedes aplicar.

Esta mezcla de respiración y movimiento activa el fuego en nuestro centro y permite la transformación desde dentro, además de darle energía a nuestro sistema digestivo y zona pélvica, y mover lo que esté atorado en nuestros intestinos.

Ya que puede ser algo complejo realizarlo a la perfección, vamos a hacer el primer ejercicio para ir activando estos músculos. Acuéstate en el suelo, espalda recta, piernas flexionadas con los pies y brazos bien plantados en el piso y paralelos. Relaja todos tus músculos faciales. Respira unas cuentas veces y siente la calma. Ahora exhala todo el aire y lentamente contrae los músculos del abdomen, como si quisieras tocar el suelo con tu ombligo. Inhala profundo y relaja tu abdomen, permitiendo que se infle con el aire. De nuevo exhala con fuerza y lleva tu ombligo hacia tu espalda, empujando la espalda baja al piso, sumiendo por completo el abdomen. De nuevo inhala y relaja.

Repite por bloques no mayores de 5 veces. Asegúrate que la contracción también suceda no solo en la parte superior del abdomen, sino también en la inferior, en el suelo pélvico.  Recuerda mantener el resto de tu cuerpo bien relajado.

Mantener esta práctica corta y efectiva cada mañana te permitirá ver cambios no solo en tu digestión, también en el manejo de tu fuego interno. Más delante iré dando más detalles de esta práctica.

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