Objetivamente... ¿La mayoría es infiel?
Por naturaleza la atracción sexual es constante y obviamente esto no termina al casarse. Nuestro cuerpo y líbido no entienden de contratos firmados. El llamado excitante por una nueva aventura acaba por manifestarse en “infidelidad”, teniendo relaciones amorosas con otra persona que no sea el o la cónyuge. Y aunque es mal visto en casi cualquier sociedad, la realidad es que es algo mucho más común de lo que círculos puritanos quisieran.
Tan solo en España, distintos estudios sobre conductas sociales han demostrado que entre un 40%-60% de las personas son infieles. Algunas estadísticas arrojan mayores porcentajes para hombres que para mujeres y algunas otras lo contrario. Lo cierto es que estamos hablando de que la mitad de la población “engaña” a su pareja, a menos que esto se hable de forma abierta y consensual. La Facultad de Sicología y el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM encontró que casi la mitad de las infidelidades se realizan con amigos o amigas, seguido por compañeros de trabajo, personas casuales y finalmente sexoservidoras. Esto demuestra la importancia de la confianza, amistad y acompañamiento más allá del placer físico.
Hoy en día los portales cibernéticos para citas han tomado un auge impresionante, y esto ha permitido que muchos y muchas que deseaban una escapada de su rutina matrimonial puedan acceder a una posible pareja en unos cuantos segundos. En solo una de estas redes con 55 millones de usuarios, se ha estimado que el 33% de las mujeres casadas encuentran una pareja sexual. Este sitio que funciona en 36 países, ha determinado que México es el que tiene el porcentaje más alto de encuentros extramaritales, con un 44%.
En Chile se llevó a cabo una consulta sobre infidelidad, en la que se encontró que hay mayor aceptación a ella en grupos mayores de edad que jóvenes. El porcentaje era el doble entre población de 45 a 54 años que de 18 a 24 años. Esto se podría deber a una mayor apertura a la comunicación y la expresión sexual, y a la alta tasa de infidelidad que existió o aún existe en la generación de sus padres que escondieron esos secretos.
La realidad es que la mitad de las personas deciden seguir experimentando su sexualidad con otros y otras aún estando casados. Según algunos psicólogos, la gran mayoría busca otra pareja para revivir la pasión sexual perdida con su pareja estable, y por falta de interés o atención de parte de esta simplemente como compañero o compañera. Es natural querer tener motivación con alguien que se interese por ti, te escuche y te brinde placer. Es el motor de nuestro fuego y una enorme parte de nuestra vida. El peligro está en el engaño, la mentira, la decepción y cuando se convierte en una herramienta para dañar al que se ha alejado. La comunicación, claridad y honestidad son sumamente importantes para no atropellar al otro en búsqueda de su propio bienestar.