No lleves tus emociones del día al sexo

Las emociones y sentimientos siempre están en nosotros. Muchas veces cuando hacemos el amor se activan o potencializan.

Si viviste enojo, euforia o alguna emoción extrema durante el día, dejarla afuera de la alcoba es importante, ya que algunas de ellas emociones se activan haciéndonos llorar o bloqueando el placer.

La agresividad pasiva nos va envolviendo cuando no hablamos con claridad y no expresamos lo que estamos sintiendo. Para llevar una sexualidad sana es de suma importancia hablar y expresarnos. Si vamos juntando en nuestro cuerpo emocional enojos, o nuestros sentimientos nos van invadiendo hasta tener alguna pelea, nuestra libido disminuye y proyectamos en nuestra pareja que algo está pasando dentro de nosotros. Reprimir enojo, coraje y rencor nos duerme las sensaciones e impide experimentar el placer en su totalidad.

Antes de hacer el amor medita en soledad por cinco minutos y checa qué es lo que está pasando dentro de ti, cómo te sientes, si sigues con emociones del día o si tienes algún miedo o te sientes incómodo. Libéralas con movimientos y meditación antes de crear tu espacio sagrado. Una vez que te sientas listo, crea una burbuja con tu pareja, y en conjunto cada uno exprese cómo se siente y después, invita a las emociones que quieres que te acompañen en tu experiencia (puede ser amor, sensualidad, paz, conexión, diversión). La idea es crea un espacio en donde te sientas cómodo y no traigas tu problemática del mundo externo o interno al arte de amar. Si llegas a sentir emociones, simplemente respira y libéralas comunicándole a tu pareja que necesitas su apoyo para hacerlo.




Karina velasco