Ritos de la Menopausia

 

Si pudiéramos ver la vida de la mujer en etapas, encontraríamos que la niña es el brote que crece y percibe linealmente el mundo, que en algún momento florecerá como joven con una percepción cíclica por sus fases menstruales. Al llegar a la menopausia e ir hacia dentro, se convierte en semilla que contiene todo el potencial y conocimiento adquirido que ahora puede sembrar en otras mujeres así como guardar para su comunidad.

Desde tiempos inmemoriales, el conocimiento y la claridad interior propios de la anciana eran ampliamente reconocidos, e inclusive se le veneraba como consejera, guía y representante de la tradición, además ser un vínculo entre el mundo espiritual o ancestral y la comunidad. En latinoamérica sigue siendo el pilar de la familia, la guardiana de muchos saberes, la que conoce de plantas, recetas, del amor y de la impermanencia de las cosas, así como la que guarda la memoria del pasado. En la tradición nativoamericana se dice que las mujeres postmenopausicas entran a La Posada de la Abuela desde donde se vuelven madres de toda la creación. Es muy común en círculos de sanación o espiritualidad escuchar que se le confiera el título de “abuela tal” a una mujer que ha llegado a esa edad aunque nunca haya parido.

La autora Kristi Meisenbach Boylan tuvo gran aceptación con su libro “los 7 ritos sagrados de la menopausia”. En él habla de los pasos por los que la mujer pasa para llegar a ser anciana sabia. El primero es el retiro del exterior para adentrarse a si misma, el cual puede ser dificil por la confusión y la resistencia creada por la neblina mental y el insomnio. Darse ese espacio para estar consigo es vital. El segundo rito es esa gran oscuridad que genera pánico de dejar ir la juventud, la belleza física establecida, de sentir fuertes emociones y confusión por no saber qué sucederá. Muchas mujeres quedan atrapadas en este paso y buscan por siempre mantenerse jovenes por medios innaturales. El tercer rito es la creciente ansiedad por los cambios más marcados del cuerpo y la crisis física-mental que conlleva, sientiendo que se desmorona toda.

Lo único que se puede hacer es tener paciencia sabiendo que es pasajero. El cuarto rito es una profunda instrospección sobre los valores y metas de la vida y como se han llevado a cabo por tantos años. Es un momento de revalorar cada relación: laboral, amorosa, familiar, etc. para soltar aquello que ya no le funciona, hacerse escuchar por otros y liberarse de antiguas ataduras que no la dejaban ser quien realmente quiere ser. Es la etapa del perdón, especialmente a una misma, para poder así continuar el camino.

El quinto rito es la auto-apreciación, ver con mayor claridad sus dones, su camino, su potencial personal y como puede ayudar al mundo con este. Comienza a exigir un mayor respeto y a percatarse de su gran intuición. El sexto rito es el enraizamiento y el sentir su fuerza interior. Está por finalizar sus 13 meses de cambio y su niña interior se expresa para darle energía, pasión y límites sanos. Puede continuar la turbulencia interna, pero hay una determinación fuerte y un poder personal mayores. El séptimo y último rito es cuando se comparte con los demás, demostrando su poder, sabiduría, fortaleza, pasión y amor. Aquí es donde se vuelve “chamana”, guía. Se enlaza con otras mujeres y se planta como mujer sabia.

 

Lo más importante es que la mujer logre aceptar lo que fue y lo que no fue en su vida menstrual y abrazar el cambio. Que se permita ir muy hacia dentro para dejar ir su vieja percepción del mundo y renacer como “madre oscura” que conoce la vida y la muerte y ayuda a otras a comprender esta realidad.

Algunas recomendaciones para llevar este proceso de forma armónica es tener una alimentación saludable, continuar ejercitándose aunque sea caminando diario, y descansar apropiadamente procurando no ingerir estimulantes durante el día.

Por último es valioso recordar apoyar a todas las mujeres que viven esta transición, recordándoles su poder por simplemente ser quienes son. Dejar ir el pasado es lo mismo que morir a una vida para renacer a otra. Toma mucha fuerza interior, valentía y auto-amor. Al final, surgirá la gran mujer sabia.