No tengo sexo porque me da pena mi cuerpo

Los estereotipos, sus figuras delineadas y perfectas que nos invaden en campañas para el consumismo es algo con lo que todos lidiamos a diario. El prototipo de los cuerpos ideales a lo largo de la historia ha sido un vaivén de tendencias desde las súper modelos altas y delgadas a las curvilíneas con abdomen plano e inmejorable piel en la actualidad. Dichos estereotipos nos invaden llenando nuestras redes sociales de mujeres “perfectas” lo que indudablemente nos produce un tipo de inseguridad con la apariencia de nuestro cuerpo.

¿Les ha pasado que su libido baja conforme sube la báscula? 

Esto no est+a presente solo en la parte emocional, aumentar de peso reduce la producción de testosterona lo que provoca disfunción eréctil en los hombres y falta de deseo sexual en las mujeres. Aunque esta sea la hormona sexual masculina también tiene una relación directa con el aumento o disminución de la libido femenina. 

Uno de los mejores afrodisiacos que existe es estar cómodas y felices con nuestra figura, el poder vernos al espejo y tener esa sensación de sensualidad nos aumenta sin duda el deseo sexual.

Un factor clave para gozar de una vida sexual plena es cuidar de nuestra salud, llevando una dieta balanceada, ejercitándonos y manteniendo un estilo de vida sano nos llevará a generar un circulo de beneficio en todos los sentidos ya que lo primordial es hacer consciente nuestros pensamientos de aceptación hacia nuestro cuerpo tal como es, disfrutar y abrazar sus defectos, de la mano de generar pequeños cambios que día a día crearán un mejor estilo de vida, lo que aumentará la seguridad que tenemos con nuestro cuerpo, mejorará nuestra salud física, mental y espiritual y como resultado se habrá levado nuestro deseo sexual lo que nos llevará a gozar de una vida sexual sin complejos, plena y placentera.

Una vez que transmitimos esta seguridad, sensualidad, confianza, vigor, vitalidad, viveza y energía, lo que excitará el apetito sexual de nuestra pareja y como resultado crearemos relaciones sexuales inimaginables.