Las fantasías sexuales: una herramienta para disolver el deseo.
Nuestro cerebro no sabe la diferencia de lo que es real y la imaginación. Cuando tenemos un deseo romántico o sexual con alguien más, muchas veces actuamos y pensamos en formas que no se sienten bien. O tenemos miedo al rechazo o decidimos poner ese deseo en una caja que no abrimos. El miedo y la represión del deseo crea frustración o enojo por no poder satisfacerlo. Esta emoción causa tensión en nuestra mente y cuerpo.
El deseo es lo que motiva nuestra acciones, incluso aquellas que no pasan en la realidad, pero tu cuerpo reacciona como si lo fueran. Es por eso que podemos usar la fantasía como un medio para ir a fondo en nuestro deseo y abrazar el placer que surge de ella en nuestro cuerpo. Si en la realidad no ocurre tu deseo envés de reprimirlo usa la fantasía, crea una espacio seguro en donde estés solo y crea con tu imaginación lo que tu quieras, esto o mandara señales a tu cuerpo de placer o lograra disolver ese deseo y sentirte bien de no haberlo reprimido.
Abraza el bienestar y el placer que nos da la fantasía y el deseo.