Los Arquetipos elementales en el amor.

¿No logras entender a tu pareja, socio, familiar? Puede que simplemente tengan elementos predominantes contrarios. En todas las culturas se pueden encontrar referencia a los elementos y a través del tiempo la psicología ha ido adjudicando ciertas propiedades a cada uno. Freud los abordó desde la enfermedad o imbalance, y Jung desde sus fortalezas o propiedades neutras.

La personalidad del elemento tierra es el más estable, tal y como una montaña. Son personas en las que se puede contar siempre cuando requieres apoyo. Tienen una visión muy centrada y objetiva de las cosas, y comúnmente hacen a un lado las emociones y la pasión para enfocarse en lo práctico, funcional y “aterrizado”. Como pareja son aquellas que les gusta lo mismo siempre, que no salen de su zona de confort fácilmente, y de cierta manera se pueden complacer con el “viejo truco” que les encanta. Suelen buscar seguridad y matrimonio en cuanto sienten que hay “certeza” para crear arraigo. Raramente serían infieles o aventureros pues temen salirse del cuadro o lo convencional. Eso sí, cuando cambian, cambian para siempre, cual tierra tras un terremoto. “¿Para qué le mueves? Así como está está bien”

El elemento fuego sería su complemento o contrario, ya que son personalidades muy arriesgadas, aventureras, y visionarias que no se conforman con lo establecido. Les gusta soñar, experimentar cosas nuevas y locas. Son aquellas que preferirían cambiar de posición cada vez que tienen relaciones, o tal vez ponerse un disfraz, incluir a otra persona, hacerlo en un lugar público, etc. Por su temperamento explosivo, cambiante, dominante y hasta infantil, pueden aburrirse fácilmente, y por ende llegar a ser infieles o necesitar estímulos constantes para entretenerse. Como les gusta el riesgo, el hecho de posiblemente ser descubiertos les brinda emoción. Eso sí, te darán una cita de ensueño, te bajarán el cielo y las estrellas. Solo no esperes que hagan lo mismo siempre ni que estén disponibles cuando los necesites, y mucho menos que sigan instrucciones, su espíritu líder los llevará a tomar las riendas. “Ya me aburrí ¿qué tal si mejor hacemos esto?”

El elemento viento es expansivo, rodea todo, se mueve y comúnmente está “volando”. Son el tipo de personas que viven en el mundo de las ideas, de la mente, el análisis, la creatividad y el cuestionamiento continuo. Por el contrario tienden a tener problema a estar en contacto con sus emociones, pues buscan racionalizar todo. No esperes que se decidan a la primera, inclusive lo más probable es que tengan dificultad para quedarse con alguien porque siempre piensan en diferentes posibilidades y fronteras. En la cama son muy creativos aunque fácilmente se “desconectan” del cuerpo y se ponen a pensar en qué podrían hacer o como podría ser mejor la experiencia. Por lo mismo, su líbido puede ser muy variable y en ocasiones pueden necesitar estimulación para encenderse sexualmente. Aun así, siempre te darán una increíblemente diversa conversación e ideas para experimentar. Solo no cuentes con ellos si quieres hablar de sentimientos… “Emociones...¿Qué es eso? ¿Cómo se usa?”

El elemento agua es el complemento del aire, ya que experimentan el mundo a través de sus emociones. Ni intentes explicarles algo de forma racional. Son excelentes para crear lazos con otros ya que pueden entender a las personas y sus sentimientos mejor que nadie. Por otro lado, pueden llegar a ser bastante dramáticos y crear chantaje emocional, deprimiéndose fácilmente. Les encanta dar y recibir amor de diversas formas, aunque si no sienten reciprocidad se alejan o entristecen. Cuando llegan a un lugar logran que los demás sientan su euforia, su felicidad, y también su enojo y tristeza. Son románticos por naturaleza, “cursis” y requieren de mucha atención, así como pueden empatizar con otros y conectarse con sus necesidades emocionales. “Es que siento esto…”

Cabe mencionar que además de los elementos, Carl Jung definió personalidades “introvertidas y extrovertidas”, que se unen al elemento para diversificar y así dar 8 tipo de personalidades. Los introvertidos tienden a buscar más la soledad y se relacionan al mundo a través de su mundo interno. Los extrovertidos necesitan de estar entre otros y se relacionan al mundo conforme a lo que sucede fuera.

Lo cierto es que todos tenemos un poco de cada elemento/personalidad en nosotros, y es saber reconocerlos y darles su lugar, así como utilizarlos cuando los necesitamos. Si nos vemos muy cargados hacia alguno en ciertas situaciones, sabemos que se requiere balancear y buscar maneras de estar en un equilibrio sano.Más allá de “categorizar” a alguien y ponerles etiquetas, este entendimiento nos permite entender y conectar mejor con los demás observando qué elemento predomina para así tener mayor empatía.

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