Amor de lejos ¿amor de pen…?

Hasta la abuela saca a relucir ese dicho de vez en cuando. No es nada nuevo, y todas sabemos que la distancia y el tiempo acaba por borrar la historia y como dirían algunos “lo que es, es, y lo que no, ya fue”. La pregunta esencial es, ¿Es posible mantener una relación a distancia?

La gran mayoría decide abrir la relación al estar lejos, y así no sentirse limitados y disfrutar de lo que venga en el camino, experiencias, personas y conexiones increíbles.

En caso de no tener una relación abierta, y que se decida mantener “fidelidad” aún a lo lejos, lo cual para muchos y muchas puede ser difícil y hasta innecesario ya que “ojos que no ven, corazón que no siente”, es importante tener en cuenta varios factores para lograr una relación honesta y monógama.

Recordemos que todos somos tenemos necesidades físicas, mentales y emocionales. Nuestras parejas, al llegar a acuerdos, nos apoyan a satisfacer algunas de estas áreas en cierto grado. A distancia, claramente, las necesidades físicas y sensuales se pueden perder casi por completo, aunque ¡Hay maneras de satisfacerlas! La necesidad recibir retroalimentación, dialogar y compartir procesos o simplemente platicar, ya es cada vez más fácilmente cubierta gracias al internet y a las videollamadas. Esto de cierta manera también puede cubrir el anhelo emocional, aunque un apapacho nunca está de más, por eso la importancia de contar con buenos amigos y amigas para ello.

Como mencioné en otro artículo, el “sexting” se ha vuelto una manera efectiva de mantener la relación encendida, ya sea masturbándose mientras están en videollamada, enviando mensajes candentes, compartiendo poesía erótica, etc.

Lo que es indispensable es mantener en todo momento la comunicación, ser honestos, o si prefieres ir por el camino incierto, “no decir, no contar”. Yo opto por la honestidad, ya que nos abre más posibilidades y al final del día, en eso se basa cualquier relación que vale la pena. Será cosa de evaluar necesidades y ver cómo lograr satisfacerlas todas durante el tiempo de espera.