El arte y la sensualidad.
Explorar nuestra sensualidad debería de ser cosa diaria, pero el tema del sexo es algo muy condicionado por la sociedad. Propongo por eso olvidar los perjuicios y brincar a la sexualidad todos los días, para así elevar la autoestima e incrementar esa fuerza vital que todos poseemos dentro.
Un portal súper efectivo para vivir nuestra sensualidad es el mundo de las artes. ¿Has visitado museos en donde grandes pintores representan a mujeres de una forma erótica fascinante? Fíjate como en muchas de estas obras la figura o el peso de la mujer en realidad nada tienen que ver con su belleza sensual. El arte es mágico porque nos enseña a entender que ser sexys difícilmente tiene que ver con la apariencia, es más bien una actitud aunada al trabajo interior.
Hace un par de meses descubrí a Mihály Zichy, un pintor húngaro nacido en 1827 representativo del arte erótico. Sus obras honestas y románticas, encendieron algo dentro de mi, despertando mi sensualidad. Recuerdo que después de entregar mi concentración absoluta a un par de sus obras, me encontré rompiendo mi rutina, actuando relajada y sintiéndome más atractiva. Ese es el impacto que puede tener una pintura: La pasión del artista desborda del canvas y se impregna en uno mismo, transformándonos.
Te invito a que investigues sus obras y dejes volar con ellas a tu imaginación. Nota como las mujeres dibujadas no necesariamente cumplen con esos requisitos establecidos que insisten en definir a la mujer sexy. Toda mujer puede ser sensual, porque por naturaleza, lo es.
Te presento a Mihály Zichi.