Comenzar tu vida homosexual.
La adolescencia ya es de por sí una etapa difícil en la vida de cualquiera. Cambios hormonales, físicos y emocionales son el pan de cada día. La aceptación social, la integración a grupos que parecen definirse a partir de parámetros sin razón, y la presión cultural por cumplir con deberes de la edad. Por si fuera poco, la atracción y tensión sexuales comienzan a aflorar, y cada uno encuentra en su exploración de identidad sexual su camino y preferencias. Para muchos y muchas es fácil emprender sus primeros contactos sexuales pues son los más comunes en la sociedad. Sin embargo, para el sector homosexual puede llegar a ser más complejo por la gran cantidad de estigmas y vaga información al respecto.
La mejor manera de comenzar la vida sexual es con la auto-exploración. Puedes leer nuestros artículos sobre masturbación. Así sabrás qué te gusta y qué no, y al momento de compartir con alguien más, sentirte libre de expresar y también de proveer experiencias para tu amante que tal vez no conozca.
Probablemente hay quien te guste, y es posible que no sepas aún su orientación. Puedes preguntarle de manera discreta si alguna vez ha sentido algo al ver a un chico o chica. Hablar del tema de manera informal y relajada ayuda a que la otra persona se sienta en confianza de expresarse. Si alguna vez sientes las ganas de darle un beso, primero asegúrate tener contacto visual y acercamiento para crear intimidad, y de ser posible, hazlo en un espacio privado para no estar sujeto a juicios externos en un principio. Recuerda que muchos y muchas aún no tienen claro su identidad sexual y requieren un acompañamiento como tú podrías necesitarlo. Si quien te gusta no es homosexual, es mejor no presionar ni pedirle que cambie de opinión. Mientras más respetuosos seamos de los gustos de los demás, más nos sentiremos en poder de defender los nuestros.
Lo primero a considerar es que una relación homosexual es igual a una relación heterosexual. Es importante conocer a la otra persona así como sus gustos, disgustos, preferencias, valores, y forma de ver la vida. Aunque tal vez en un inicio encuentres que hay menor disponibilidad de personas, no por ello debes apresurarte a tener relaciones con la primer persona homosexual con la que salgas. Es posible tener sexo casual, pero es mucho más valioso conocer a fondo a otra persona para tener una experiencia completa. En este sentido es bueno plantearte a ti mismo o misma si quieres tener solo una relación sexual amorosa o algo mayor. Esto para que no haya problemas por malentendido.
Aún habiendo tenido una experiencia, lo más recomendable es no definirte de inmediato y compartir tus intereses con personas de mucha confianza. Puedes preguntarles antes su opinión sobre la comunidad LGBT o alguna celebridad homosexual para conocer su criterio. Si tienen tendencias homofóbicas, es mejor no exponerse en un principio a este tipo de personas. Pero si decides compartirlo, dilo de manera directa, sin avergonzarte ni darle vueltas. Ya que suficientes personas de confianza lo sepan puedes poco a poco sentir el apoyo para abrirte socialmente.
Es posible que en un principio no haya aceptación en tu hogar por tu orientación. Es importante buscar un círculo en el que te sientas en confianza y te puedas expresar libremente. Conoce tus derechos, y defiéndelos si es necesario. Puede que requieras conseguir algún espacio como hotel/motel, lugar de acampar, o casa de algún familiar o amigo de confianza.
Si sales de fiesta, es mejor hacerlo sin tu pretendiente o amante. El alcohol y las hormonas son una mala combinación que puede acabar en acciones malintencionadas o críticas sin fundamento. Es mejor salir en privado a tener una cita íntima. Finalmente es preferible no gritar a los cuatro vientos tu nueva relación, especialmente en redes sociales. Siempre es mejor mantener las relaciones íntimas como lo que son, íntimas. A menos que esta se vuelva algo mucho muy serio e involucra a más personas.
Lo más importante es que disfrutes tu experiencia. Que te sientas en total relajación y con entusiasmo de compartir y dejarte llevar con tu amante.
Recuerda que los prejuicios sociales son aún comunes y puede que encuentres pocos o muchos en tu vida. Que esto no te desanime de ser quien realmente eres y expresarte auténticamente. Con el tiempo agradecerás tu propia honestidad y te ayudará a romper barreras y estar donde te sientas en libertad.