Mucho se ha hablado sobre los peligros de una dieta altamente ácida y los beneficios de llevar una dieta alcalina que nos ayuda a mantener al cuerpo libre de patógenos y evitar la degeneración celular crónica. Lo complejo es cuando nos preguntamos ¿Qué alimentos alcalinizan y cuales acidifican mi cuerpo?
Recapitulando, nuestra sangre se encuentra a un pH ligeramente alcalino de 7.3-7.4. Cuando este disminuye aun por un poco, sus funciones se ven afectadas a nivel celular, como por ejemplo la habilidad de absorber minerales vitales, la capacidad de regeneración, de desintoxicación y limpieza, y de protegerse contra agentes externos como bacterias y virus.
Básicamente, los alimentos naturales sin procesamiento tienden a alcalinizar y aquellos refinados, procesados y muy cocidos tienden a acidificar. Por eso una dieta rica en frutas, hortalizas, verduras, semillas, y hierbas ayuda a mantener una proporción de pH adecuada. Los alimentos más alcalinos son las frutas (aún mejor aquellas con bajo índice glucémico) y las hojas verdes. Los alimentos ácidos incluyen las carnes, el huevo, las harinas, leguminosas, los aceites hidrogenados, cereales, azúcares, refrescos, café, y todo tipo de colorantes y preservativos no naturales.
Es importante mencionar que el pH del alimento en sí no es lo que lo hace alcalinizante o acidificante al organismo, si no los productos secundarios de su digestión. Por ejemplo, el limón por si solo es sumamente ácido, sin embargo, al ser digerido y procesado, sus productos finales son de los más alcalinos.
Por otro lado, la cocción, especialmente a altas temperaturas y con aceites, puede cambiar la composición química de los alimentos, haciéndolos más acidificantes. Por ello se recomienda incluir en la dieta abundantes verduras de forma cruda o cocinadas a temperaturas menores de 50°C. Claro, hay excepciones como la papa que se recomienda comer horneada o hervida.
Como en todo en la vida, el equilibrio es necesario. Algunos autores recomiendan una dieta con 60% alimentos alcalinos y 40% de alimentos ácidos. Cuando se busca restaurar la salud la proporción sería de 80% alcalinos y 40% ácidos. Más allá de lograr una precisión, buscamos un balance para incluir alimentos que normalmente no consideramos, y disminuir aquellos que solemos comer en abundancia.
Hay muchísima información en línea así como recetas deliciosas y saludables que te invitamos a probar. El cambio de hábitos a largo plazo es lo que hace la diferencia. No esperemos sentir beneficios en un día. Al cuerpo le toma tiempo adaptarse a cambios de alimentación y encontrar su propio punto de equilibrio.